la cuestión del nombre.
Compañeros, me tomé la libertad de subir algo. es un texto de mi blog que nunca nadie me comentó y pasó al cielo de las entradas olvidadas. espero les guste.
"parecía salido de una lata de sardinas, pero de esas gigantes, más o menos de 1,90 metros, no sé si las conocen..." fue la manera en que solía yo describir a nuestro padre.
extraño, sí, lo es, y lo más difícil era encontrarlo cuando se extraviaba, en aquellas porteñas noches, sin ida ni vuelta, sin infinito ni mas allá. sólo ese tatuaje que tenía él en su brazo, que delataba una juventud lúdica, que decía "hooligans".
extraño, sí, lo es, y lo más difícil era encontrarlo cuando se extraviaba, en aquellas porteñas noches, sin ida ni vuelta, sin infinito ni mas allá. sólo ese tatuaje que tenía él en su brazo, que delataba una juventud lúdica, que decía "hooligans".
-parece salido de una lata de sardinas, pero de esas gigantes, más o menos de 1,90 metros, no sé si las conoce...- le repetía yo sin cesar a la señora pseudosorda del negocio de la esquina donde se cruzan todas aquellas irregularidades de la vida, todas esas mañanas siguientes a las celebraciones del cumpleaños permanente y eterno de mi tío, ese que era famoso por tragarse las aceitunas con cuezco. yo y mi rostro destrozado por la noche y mi no-sutil olor a licor bajo la luna húmeda en busca del ensardinado. el licor me recuerda al limón y el limón a los tragos con limón y eso me recuerda a nuestro padre. si eso parece bizarro más les parecerá el hecho de que nosotros, hermanos, nunca supimos como se llamaba [...]